domingo, 29 de abril de 2012

"La Nueva Provincia fue el estructurador del relato oficial en la dictadura"

Publico acá la entrevista completa hecha por Raúl Arcomano para esta nota de Miradas al Sur.





Raúl Arcomano (Miradas al Sur): - ¿De qué manera colaboró el diario con las autoridades militares de la dictadura en Bahía?
Pablo Elián Carrasco: De dos maneras: 1. El caso de Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola es uno de los puntos claves para pensar responsabilidades civiles en el caso LNP. Ambos eran obreros del diario y representantes del Sindicato de Artes Gráficas de Bahía Blanca. Fueron secuestrados, torturados, fusilados, y días más tarde hallados a unos kilómetros de la ciudad. Más allá de las opiniones vertidas en las páginas, en este caso se trata de evaluar una eventual complicidad de la empresa con el aparato represivo para sacarse de encima a quienes militaban por mejores condiciones laborales al interior del diario.

2. LNP fue parte fundamental en la conformación de un clima fértil para accionar ilegal de la represión de la dictadura. Digamos que para el ciudadano medio de la ciudad, el diario no sólo fue parte importante de la conformación de su imaginario, su estructura valorativa y política, sino que durante la represión, constituyó un estructurador fundamental del relato que se cerraba sobre los hechos de cada día. Una explosión escuchada en el barrio, la irrupción de un grupo de tareas en plena calle o el rumor de que se habían llevado a tal, encontraba al otro día en el diario el relato oficial, el diario era el que daba los elementos para terminar de interpretar esa realidad. Y esa historia era monitoreada por el régimen, la historia que le daba el sentido que la dictadura quería se contaba en las páginas de LNP.


Mi opinión personal es que ambas responsabilidades deberían ser juzgadas. La responsabilidad de la cúpula de LNP en el caso de Heinrich y Loyola deberá ser investigada por la justicia. Además, LNP cumplió el rol de legitimar frente a la sociedad los asesinatos que producía la represión, eso también es de una gravedad inmensa.



RA: - ¿Ese apoyo desde las páginas del diario llegó, en algún caso, a ser más explícito?

PEC: El apoyo al régimen fue explicito desde antes del golpe, cuando se instaba a los militares a tomar el poder. A partir del 24/03/76 el subtexto de lo que leemos en LNP es “el país está volviendo a la normalidad”, se presenta al régimen como un gobierno que viene a traer el tan ansiado alivio que los argentinos necesitaban.

Para LNP el régimen militar lleva adelante una guerra de pacificación del país. Durante la dictadura esto es algo que se lee todos los días en el diario, una gran maquinaria de interpretación cómplice de todo lo que hacia la dictadura a nivel local y nacional.


RA: - ¿Por qué ya en democracia el diario siguió -y sigue- apoyando y cubriendo a los asesinos de la dictadura?
PEC: Así como el advenimiento de la democracia no eliminó del Ejército de un día para el otro a las estructuras ligadas a la represión, tampoco LNP cambió tanto. Si podían decir lo que decían en dictadura no veo por qué no lo seguirían diciendo en democracia. Me dirás, porque la sociedad es otra, porque hay instituciones democráticas que favorecen otra visión, bueno… en Bahía el proceso de reconstrucción de la memoria no ha sido motorizado como a nivel nacional, tal vez allí radique una pequeña explicación.
LNP es un diario similar a “La Nación”, que en su primer editorial en 1870 decía de sí mismo que era una “Tribuna de doctrina”. En ese momento los diarios eran partidarios, muy ligados a un conjunto de ideas que pretendían difundir. LNP tuvo ese rol desde su fundación, y en el tema dictadura militar aún lo tiene. Tampoco creo que no haya cambiado nada a lo largo de los años, pero en el caso “dictadura del 76” la línea editorial y ese rol de “Tribuna de doctrina” se mantiene.
En términos generales hoy forma parte de un multimedio-empresa que mantiene buenos vínculos con la estructura productiva de la ciudad (puerto-polo industrial), de quienes recibe pauta, y que siempre ha sido receptor de pauta oficial.


RA: - En líneas generales, ¿cómo es tomado el diario por la comunidad bahiense?
PEC: Si me preguntabas hace 15 años te hubiera dicho que muy bien, hoy la situación no es ideal pero tampoco idéntica. Las editoriales del diario suelen escandalizar al progresismo, o incluso a la derecha, porteña. Durante los ’90 eran muy pocos los que repudiaban esas editoriales en Bahía. Se podría decir que la sociedad bahiense no ha repudiado en su conjunto este tipo de expresiones. Las razones son muy complejas: un gran desinterés por la política, la falta de repudio y de políticas culturales de los gobiernos locales, incluso coincidencia ideológica. LNP es y ha sido fundamental en la construcción del imaginario bahiense, y detenta el monopolio de la prensa escrita y el virtual monopolio del resto de los medios. Es uno de los actores más relevantes a la hora de pensar la sociedad bahiense. Las condiciones de lectura no son las mismas en Bs.As. que en Bahía Blanca, eso puede comenzar a explicar la existencia de esta línea editorial.
Lo que quisiera destacar es que desde unos años a esta parte el repudio a la postura del diario ha crecido notablemente. Creo que el nuevo clima de época en el que estamos, la revalorización de la política como herramienta para la transformación y la pérdida de cierta inocencia respecto de los intereses de los medios, ha tenido impacto muy positivo sobre la sociedad bahiense. En ese contexto han comenzado a ganar espacios y visibilidad voces de repudio que eran impensadas hace poco tiempo.
Durante años el relato de LNP ha puesto en el olvido a las luchas populares, dando la imagen de una Bahía apolítica que está lejos de la realidad. Hoy se abre un horizonte en el que se puede pensar en darle voz a quienes nunca fueron citados en LNP. Porque no se trata simplemente de lo que LNP diga o deje de decir, de última que eso exista no es el problema. Lo central es que la sociedad bahiense ha sido durante muchos años campo de emergencia del diario, ha sido terreno fértil a sus expresiones. De lo que se trata es de generar nuevas condiciones, abrir el campo a nuevas voces, rodear ese discurso  de LNP con organización popular y democrática, para que se vayan conformando otras condiciones en las que lo que dice LNP sea algo raro, marginal. Parte de ese trabajo es reinvindicar más a Heinrich y Loyola, y menos a Massera y Roca, en un proceso de ir contando la otra historia de la ciudad.

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