Raúl Arcomano (Miradas al Sur): - ¿De qué manera
colaboró el diario con las autoridades militares de la dictadura en Bahía?
Pablo Elián Carrasco:
De dos maneras: 1. El caso de Enrique
Heinrich y Miguel Ángel Loyola es uno de los puntos claves para pensar
responsabilidades civiles en el caso LNP. Ambos eran obreros del diario y
representantes del Sindicato de Artes Gráficas de Bahía Blanca. Fueron
secuestrados, torturados, fusilados, y días más tarde hallados a unos
kilómetros de la ciudad. Más allá de las opiniones vertidas en las páginas, en
este caso se trata de evaluar una eventual complicidad de la empresa con el
aparato represivo para sacarse de encima a quienes militaban por mejores condiciones
laborales al interior del diario.
2. LNP fue parte fundamental en la conformación de
un clima fértil para accionar ilegal de la represión de la dictadura. Digamos
que para el ciudadano medio de la ciudad, el diario no sólo fue parte
importante de la conformación de su imaginario, su estructura valorativa y
política, sino que durante la represión, constituyó un estructurador
fundamental del relato que se cerraba sobre los hechos de cada día. Una
explosión escuchada en el barrio, la irrupción de un grupo de tareas en plena
calle o el rumor de que se habían llevado a tal, encontraba al otro día en el
diario el relato oficial, el diario era el que daba los elementos para terminar
de interpretar esa realidad. Y esa historia era monitoreada por el régimen, la
historia que le daba el sentido que la dictadura quería se contaba en las
páginas de LNP.
Mi opinión personal es que ambas responsabilidades deberían ser
juzgadas. La responsabilidad de la cúpula de LNP en el caso de Heinrich y Loyola deberá ser investigada por la justicia.
Además, LNP cumplió el rol de legitimar frente a la
sociedad los asesinatos que producía la represión, eso también es de una
gravedad inmensa.
RA: - ¿Ese apoyo desde las páginas del diario llegó, en algún caso,
a ser más explícito?
PEC: El apoyo al régimen fue
explicito desde antes del golpe, cuando se instaba a los militares a tomar el
poder. A partir del 24/03/76 el subtexto de lo que leemos en LNP es “el país
está volviendo a la normalidad”, se presenta al régimen como un gobierno que
viene a traer el tan ansiado alivio que los argentinos necesitaban.
Para LNP el régimen militar lleva adelante una guerra
de pacificación del país. Durante la dictadura esto es algo que se lee todos
los días en el diario, una gran maquinaria de interpretación cómplice de todo
lo que hacia la dictadura a nivel local y nacional.
RA: - ¿Por qué ya en democracia el diario siguió -y sigue-
apoyando y cubriendo a los asesinos de la dictadura?
PEC: Así como el advenimiento de la democracia no eliminó del Ejército de un día para el otro a las estructuras ligadas a la represión, tampoco LNP cambió tanto. Si podían decir lo que decían en dictadura no veo por qué no lo seguirían diciendo en democracia. Me dirás, porque la sociedad es otra, porque hay instituciones democráticas que favorecen otra visión, bueno… en Bahía el proceso de reconstrucción de la memoria no ha sido motorizado como a nivel nacional, tal vez allí radique una pequeña explicación.
PEC: Así como el advenimiento de la democracia no eliminó del Ejército de un día para el otro a las estructuras ligadas a la represión, tampoco LNP cambió tanto. Si podían decir lo que decían en dictadura no veo por qué no lo seguirían diciendo en democracia. Me dirás, porque la sociedad es otra, porque hay instituciones democráticas que favorecen otra visión, bueno… en Bahía el proceso de reconstrucción de la memoria no ha sido motorizado como a nivel nacional, tal vez allí radique una pequeña explicación.
LNP es un diario similar a
“La Nación”, que en su primer editorial en 1870 decía de sí mismo que era una
“Tribuna de doctrina”. En ese momento los diarios eran partidarios, muy ligados
a un conjunto de ideas que pretendían difundir. LNP tuvo ese rol desde su
fundación, y en el tema dictadura militar aún lo tiene. Tampoco creo que no
haya cambiado nada a lo largo de los años, pero en el caso “dictadura del 76” la
línea editorial y ese rol de “Tribuna de doctrina” se mantiene.
En términos generales hoy forma
parte de un multimedio-empresa que mantiene buenos vínculos con la estructura
productiva de la ciudad (puerto-polo industrial), de quienes recibe pauta, y que
siempre ha sido receptor de pauta oficial.
RA: - En líneas generales, ¿cómo es tomado el diario por la
comunidad bahiense?
PEC:
Si me preguntabas hace 15 años te
hubiera dicho que muy bien, hoy la situación no es ideal pero tampoco idéntica.
Las editoriales del diario suelen escandalizar al progresismo, o incluso a la
derecha, porteña. Durante los ’90 eran muy pocos los que repudiaban esas
editoriales en Bahía. Se podría decir que la sociedad bahiense no ha repudiado
en su conjunto este tipo de expresiones. Las razones son muy complejas: un gran
desinterés por la política, la falta de repudio y de políticas culturales de
los gobiernos locales, incluso coincidencia ideológica. LNP es y ha sido
fundamental en la construcción del imaginario bahiense, y detenta el monopolio
de la prensa escrita y el virtual monopolio del resto de los medios. Es uno de
los actores más relevantes a la hora de pensar la sociedad bahiense. Las
condiciones de lectura no son las mismas en Bs.As. que en Bahía Blanca, eso puede
comenzar a explicar la existencia de esta línea editorial.
Lo que quisiera destacar
es que desde unos años a esta parte el repudio a la postura del diario ha
crecido notablemente. Creo que el nuevo clima de época en el que estamos, la
revalorización de la política como herramienta para la transformación y la
pérdida de cierta inocencia respecto de los intereses de los medios, ha tenido
impacto muy positivo sobre la sociedad bahiense. En ese contexto han comenzado
a ganar espacios y visibilidad voces de repudio que eran impensadas hace poco
tiempo.
Durante años el relato de
LNP ha puesto en el olvido a las luchas populares, dando la imagen de una Bahía
apolítica que está lejos de la realidad. Hoy se abre un horizonte en el que se
puede pensar en darle voz a quienes nunca fueron citados en LNP. Porque no se
trata simplemente de lo que LNP diga o deje de decir, de última que eso exista
no es el problema. Lo central es que la sociedad bahiense ha sido durante
muchos años campo de emergencia del diario, ha sido terreno fértil a sus expresiones.
De lo que se trata es de generar nuevas condiciones, abrir el campo a nuevas
voces, rodear ese discurso de LNP con
organización popular y democrática, para que se vayan conformando otras
condiciones en las que lo que dice LNP sea algo raro, marginal. Parte de ese
trabajo es reinvindicar más a Heinrich y
Loyola, y menos a Massera y Roca, en un proceso de ir contando la otra historia
de la ciudad.